EL SEMINARIO NIÑEZ MIGRANTE LEVANTA LA VOZ EN ROTUNDA PROTESTA EN CONTRA DEL ÚLTIMO GOLPE QUE SE ESTÁ FRAGUANDO HACIA LA COMUNIDAD MIGRANTE CENTROAMERICANA EN TRÁNSITO POR MÉXICO ESTO ES: LA FIRMA DE UN CONVENIO POR PARTE DEL GOBIERNO MEXICANO PARA CONVERTIR A NUESTRO PAÍS EN UN FILTRO MIGRATORIO DEL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE.

Este acuerdo implica que México acepta una cuota de deportación de migrantes indocumentados no mexicanos y un número de solicitantes de asilo que buscan refugiarse en Estados Unidos. De esta manera pretende el gobierno de Enrique Peña Nieto terminar su gestión, agudizando aún más la problemática que viven los migrantes centroamericanos que transitan por nuestro país. Hagamos un recuento de los saldos del gobierno saliente.
Según datos de la Secretaría de Gobernación del 2012 a julio del 2018 se realizaron 853,378 eventos de detención de personas migrantes centroamericanas, 28% son mujeres y niñas, y 18% niñas, niños y adolescentes. En los últimos seis años se deportaron a 750,424 personas migrantes, de ellas, 138,270 son niñas, niños y adolescentes. Se deportaron sin conocer los peligros que su deportación generaba ya que miles vienen huyendo con o sin sus padres del crimen organizado, de los desastres naturales, de la pobreza, marginación, discriminación, muchos de ellos han sido desalojados de sus lugares de origen y despojados de sus recursos naturales. Los países más representados en este éxodo humano son Honduras, Guatemala, El Salvador.
En el 2014 se aprobó la Ley general de los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en la cual se establece la No Detención de la niñez migrante pese a ello, las autoridades migratorias mexicanas detuvieron a 151,718 niñas, niños y adolescentes violando sus derechos humanos
Ese mismo año el gobierno mexicano implementó el Plan Frontera Sur para reforzar la seguridad en las rutas tradicionales de cruce por migrantes centroamericanos, el plan emergió ante las presiones del gobierno estadounidense de controlar la frontera sur debido al aumento del éxodo de menores migrantes no-acompañados en tránsito por México en busca de asilo en E.E.U.U fenómeno que fue denominado como Crisis humanitaria.
En el sexenio que está a punto de acabar, la deportación de migrantes centroamericanos fue la regla: se deportaron a más del 88% de las personas detenidas sin considerar que muchas de ellas tenían la posibilidad de contar con una estancia migratoria regular en México, por eso y más no es difícil coincidir con las declaraciones de la Dra. Sally Valladares coordinadora del Observatorio Internacional de las Migraciones-Honduras quien comentó: “el muro real para migrantes hondureños es México.” Al cierre del 2017, 26 mil hondureños fueron deportados y en lo que va del 2018 van más de 20 mil retornados. El grupo más vulnerable son las niñas, niños y adolescentes, y las mujeres de las cuales un 64% han denunciado algún tipo de asalto sexual en su tránsito por México.
Pese a este ambiente hostil en territorio mexicano, en meses pasados apoyados por organizaciones no gubernamentales, comunitarias y de la sociedad civil, de México y el extranjero que ejercieron presión hacia el gobierno Mexicano, cientos de migrantes centroamericanos obtuvieron permiso migratorio para cruzar el país en una caravana humana rumbo a Tijuana en busca de la obtención de asilo en E.E.U.U.
Tuve la oportunidad de presenciar la llegada de la caravana a la Garita El Chaparral en Tijuana, cientos de migrantes entre ellos niñas, niños y adolescentes caminaron hacia la explanada cantando “somos un pueblo sin fronteras, somos un pueblo sin fronteras”. Cada uno portaba un listón blanco en el brazo para ser identificado, simpatizantes de la sociedad civil, medios de comunicación, y curiosos, coreábamos al unísono caminando junto a ellos hasta llegar a la explanada de unos 500 metros cuadrados rodeada de vallas de aluminio para delimitar el espacio donde pernoctarían. Ahí platiqué con un joven de 23 años de Ojos de Agua, municipio ubicado en el departamento de Comayagua en Honduras, quien comentó: “me vine porque los maras me amenazaron a mí y me golpearon, y amenazaron a mi familia, mi familia se salió de ahí y yo me vine para acá. El joven comentó que venía acompañado de un niño de 10 años: “el niño no es mi hijo sino yo lo traigo como si fuera mi hijo”.
El terror que viven nuestros hermanos centroamericanos no es diferente al que se vive en México, en la banqueta de la Garita El Chaparral, colindando con la calle, pernoctaban desde hace algunos días familias enteras de Michoacán y Veracruz también en busca de asilo en E.E.U.U. Era un grupo de entre 30 a 40 personas, incluyendo niños y adolescentes. Platicamos con una señora quien venía en compañía de su hija de 15 años de Nueva Italia Michoacán: “Michoacán no es para vivir, todos tenemos miedo, me cayeron que si no les daba dinero me mataban, supieron que vendí una casita, se dieron cuenta y me cayeron, si te ven con unas bolsitas de mandado ya creen que tienes dinero, venimos huyendo de allá”.
Otra señora de 27 años salió huyendo de Tacámbaro Michoacán, con sus dos hijos de 9 y 5 años dijo: “mataron a mi esposo en la puerta de mi casa, se me murió en mis piernas, a mí me golpearon y me andan siguiendo porque yo vi quien fue”.
Los desafíos del gobierno entrante sin duda se deberán centrar en el tránsito y retorno de migrantes; girar la mirada de una política basada en la seguridad y militarización en la frontera sur a una política humanitaria. El presidente electo y el equipo que lo rodea en temas migratorios deben de estar atentos ante este hecho ya que de firmarse ese convenio que coloca a nuestro país como filtro migratorio, será muy difícil que se anule pues se pretende forme parte de un compromiso migratorio dentro de la Iniciativa Mérida firmada por el gobierno de Felipe Calderón para combatir de manera bilateral el narcotráfico y el crimen organizado.